Antes de utilizar lejía para la limpieza o para la fabricación de jabón, es importante saber cómo manejarla con seguridad y qué peligros conlleva su uso. La lejía ha sido utilizada por las amas de casa durante siglos debido a sus propiedades de limpieza, su bajo costo y sus cualidades duraderas. La lejía puede ser utilizada con seguridad si se siguen ciertas reglas.
- Debes saber qué es lejía y sus peligros. La lejía es un producto químico alcalino (hidróxido de sodio), también conocido como soda cáustica. Esto significa que no es un ácido, sino una base, y se contrarresta por ácidos tales como el vinagre o los zumos de cítricos. Al comprar lejía, debes saber que viene en gránulos secos para mezclar con agua y hacer una solución que se utiliza para realizar jabones caseros. Cuando la lejía se mezcla con agua, se libera calor, de modo que el contenedor usado para mezclarla tiene que ser capaz de resistir el calor. La lejía puede quemar la piel y dañar los ojos en la forma seca o húmeda. También libera humos, cuando se mezcla con agua, que pueden dañar los pulmones. En caso de ingestión, quema el esófago y puede causar la muerte. Los niños y las mascotas deben mantenerse alejados de la lejía.
- Al usar lejía como parte de la fabricación de jabón, sigue algunas sencillas precauciones. Nunca agregues agua a la lejía, ya que va a reaccionar violentamente y puede salpicar. Siempre agregues lejía lentamente al agua fría y usa ropa protectora tal como guantes largos. La lejía reacciona con metales como aluminio, hierro fundido y acero. Debe ser almacenada y mezclada en recipientes de cerámica, vidrio o plástico resistente al calor. El vidrio se debe utilizar con precaución, ya que puede romperse debido al calor liberado cuando la lejía reacciona. Debido a los gases formados, trabaja en un área bien ventilada al hacer soluciones de lejía y no respires los humos. Usa gafas y ropa de protección como guantes resistentes a químicos. Los utensilios utilizados con lejía deben ser de madera o de plástico resistente al calor, y tanto ellos como las ollas utilizadas nunca deben usarse para alimentos de nuevo. Todo recipiente utilizado para almacenar lejía o soluciones de lejía debe estar adecuadamente marcado y mantenido en lugares seguros.
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Cuando trabajas con lejía, mantén un tazón de vinagre cerca en caso de salpicaduras en la piel. El vinagre contrarresta la lejía y detiene el ardor. La leche también neutraliza la lejía y puede ser utilizada si la lejía se ingiere accidentalmente. Si cualquiera de estas cosas sucede, llama al 911 inmediatamente y busca atención médica. No induzcas el vómito ni des vinagre a una persona que ha ingerido lejía. Si la lejía cae en la piel, se debe lavar con abundante agua con un poco de sal si no hay vinagre. Lo mismo ocurre con los ojos, lávalos con agua repetidamente. El jabón de lejía tiene que dejarse madurar para que la grasa en el jabón suavice la lejía para que no dañe la piel.